La pasión según San Juan

PRIMERA PARTE

En casa de Gamaliel

Escena II

(Por las ventanas entra la luz del amanecer. Se sienten golpes recios en la puerta).

SARA
(Viniendo desde el interior). ¿Quién se atreve a romper con este alboroto la vigilia pascual?

JUDAS
(Desde fuera, con voz potente y dolorida). Abrid. Os lo ruego.

SARA
(Abre. Al hacerlo, Judas, que, al pareeer, se afirmaba en la puerta, cae sobre el umbral). ¡Dios mio! Pero, ¿quién es? (Trata de incorporarlo).

GAMALIEL
(Llega también desde el interior. Ayuda a Sara y ambos logran que Judas se ponga en pie). Si es Judas de Kerioth! ¡Pero, qué te pasa hijo mio? (Ayudándolo a sentarse) Por favor, dínos qué te ocurre?

SARA
(Con ansiedad). Jesús de Nazareth…

JUDAS
(Muy agitado, trémulo). Hay que salvarlo, Maestro. Tienes que convencer al Sanhedrín, antes que le envien al Pretorio. Tienes que salvarme. Tú eres el único…" (Como recordando, incoherente). ¿A quién buscáis? A Jesús Nazareno ... El se veía pálido a la luz de las antorchas. Pedro sacó su espada. Juan permaneció junto a él. Los demás huyeron…

GAMALIEL
Trata de calmarte, de coordinar tu pensamiento. Piensa que eres el discípulo de un gran Maestro. Explica qué ha pasado.

JUDAS
(Con desesperación). No puedo… No puedo el Maestro está preso. Está en este momento en casa de Caifás. Lo están interrogando… Arrojé las monedas… sonaron sobre el pavimento. Todavía siento su sonido, aquí, aquí *.. (Se lleva ambas manos a los oídos).

SARA
¡Dios mio! Es lo que imaginaba, Han prendido a Jesús de Nazareth. (Llamando). ¡Rebeca! ¡Nicodemo!

REBECA
(Llegando desde el interior). Por Dios, ¿qué ha pasado?

GAMALIEL
Jesús de Nazareth está preso. (Rebeca oculta el rostro entre las manos y se aleja hacia un rincón, sollozando).

JUDAS
(A Gamaliel). Maestro, yo quisiera explicarte pero no puedo. Acompáñame al Sanhedrín, te lo ruego. Yo fui y no quisieron oirme. Pero contigo es diferente. Tú eres uno de ellos. Tú me puedes salvar… Ahora me voy. Tengo que irme. Es mejor que vayas tú solo, pero anda, por piedad.

NICODEMO
(llegando desde el interior) ¡Judas de Kerioth! Creí que era José de Arimatea. Pero ¿qué haces aquí? ¿Qué ha pasado?

GAMALIEL
Cogieron a Jesús de Nazareth.

JUDAS
Me voy… Tengo que irme ¿Adónde? ¿Puedo quedarme, Maestro? Empieza a amanecer… Jamás creí que le pudieran condenar. No valía la pena… Por tan poco… Ya no hay salvación… (sale bruscamente).

NICODEMO
(Saliendo tras él) Voy con él. Quiero saberlo todo. Quiero ver a Jesús. Volveré a avisarles, si puedo. (Sale.)

SARA
Hermano querido, no sé qué pensar ni qué hacer. Estoy deshecha. (Dejándose caer en el siento).

GAMALIEL
¿Qué puedo decir yo? Confiamos demasiado. Debimos haber hecho algo antes. La maldad siempre madruga. Siempre se adelanta.

REBECA
Este que vino parecía como si estuviera enloquecido.

GAMALIEL
Piensa, qué golpe tan terrible para él. ¡Es discípulo de Jesús! Como tú dices, estaba fuera de sí. No podía casi hablar.

REBECA
¡Qué angustia tan horrible! Sin embargo, creo que Dios no abandonará a su elegido en manos de sus enemigos.

SARA
Lo más terrible es la impotencia. No poder hacer nada. Y no tener, al menos, valor para rezar.

GAMALIEL
Sara, Rebeca. Les ruego que se queden en casa hasta mi regreso. Voy a informarme de todo. Acaso todavía se pueda intentar algo. No se muevan de aquí. Puede haber disturbios. Recen. Dios no puede abandonarnos. Adiós. (Sale).

SARA
Adiós, hermano.


TELÓN
Fin Escena II


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